domingo, febrero 12, 2006

Ulises (Odiseo)

Busco mi camino a Ítaca. Entre las tempestades del mar, evadiendo las venganzas de Polifemo, sorteando los engaños de miles de brujas Circe, huyendo de los placeres momentáneos de la bella Calipso … navego hacia esa isla que huye de mi. Temo dejarme seducir por el canto de las sirenas, y desviarme de mi camino. Temo que el torbellino del océano me arrastre hasta su gargante y me impida continuar. Temo que el Bóreas me lleve en su viento hacia el lado equivocado.
Pero sé que alguna vez, llegaré a esa Itaca que los dioses nos tienen reservado. Sé que las olas del mar me portarán suavemente sobre la fina arena de la playa, mientras el canto de la espuma cubre mi cuerpo de inmaculado blanco. Y allí, bajo el intenso brillo del sol del medio día, entre el eterno azul del mar, y la extensa arena de la costa, su sombra tapará el azote solar. Y al alzar mi rostro, observaré la pureza de sus ojos, sobre la dulce sonrisa de su boca.

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