sábado, noviembre 01, 2008

Miramar

Finalmente mi libro de viaje no fue "Por el camino de Swann". Estando hablando con unos amigos en Zamalek, comenté que en Alejandría estaría en la pensión de una señora francesa. Uno de ellos me comentó que había un libro de Naguib Mahfuz que precisamente hablaba de una pensión regentada por una francesa. Así que al salir del restaurante, crucé la calle, y en la librería Diwan, en la calle 24 de Julio, busqué el mencionado libro: no estaba en inglés, pero tuve más suerte en francés, así que esa misma noche comencé a leer el libro en la ciudad de El Cairo. Sin embargo, la señora no era francesa, sino griega ....
Al llegar a Alejandría, comprobé igualmente que la dueña de la pensión tampoco era francesa, sino que en este caso era armenia. Eso sí, hablaba francés perfectamente, algo de inglés e incluso griego (además del árabe y el armenio). Todo un ejemplo de mujer que a sus sesenta y tantos años se comportaba como una auténtica señora. Madame, era el nombre con el que todos le llamaban en la casa, y así le llamé yo, debido a la dificultad de pronunciar su nombre armenio.

Miramar se desarrolla en la pensión del mismo nombre, junto a la Corniche alejandrina, regentada por Mariana, una dama griega que disfrutó los lujos de la ciudad de entreguerras, y que se negó a partir de su ciudad, Alejandría.
Se intercalan 4 relatos, cada uno de uno de los huéspedes: Amer, Hosni, Mansur y Sarhan. El quinto huesped, Tolba, es mencionado en cada una de las crónicas, pero no ofrece su versión de los hechos. Así, cada uno de los inquilinos relata su vida dentro y fuera de la pensión, entrelazándose sus historias y ofreciendo diversos puntos de vista. El desengaño, la impotencia, y sobre todo la presencia de Zohra, una camesina que huye de un matrimonio con un anciano en su pueblo y es protegida por Mariana, quien la contrata en su pensión, son los puntos principales alrededor de los que gira la acción.

Teniendo como escenario la pensión, y otros lugares míticos alejandrinos como Athineos, Trianon, el Hotel Cecil, La Genevoise y Pastrudis, la acción se desarrolla simultáneamente en la sociedad egipcia de los años 60. Otra mirada, más egipcia, a añadir a la de Lawrence Durrell.