miércoles, agosto 16, 2006

Two poems

I saw the storm yesterday night. It was really amazing. I enjoyed listening the music of the drops charging on the asphalt with the thunder's chorus. I smelt the parfum of the humidity and my eyes watched the flash of lightning dancing on the sky, while the wind was playing with the leaves.
Nice collage!

The Muse inspires my mind.
the Nereids blown on my heart,
the mermaids submerge me at their poetry's ocean,
and the nymphs inyect their sap at my veins.

miércoles, agosto 09, 2006

Annecy (près de Genève)


A veces me pregunto porque me gusta tanto recordar el pasado. Lo revivo, lo exprimo, lo relato ... e incluso lo mejoro para dejar mas hermoso el recuerdo.
Hace 10 años realicé mi primer viaje a "la aventura". Sólo, embarcado en un autobús que tras demasiadas horas de viaje me apeó en una trémula estación a las 6 de la mañana, llegué a Annecy, una ciudad francesa próxima a Ginebra de la que unos meses antes ni sabía de su existencia.
Allí estaba yo, en una familia francesa un tanto extraña. Nunca me enteré que había pasado con el padre (que no estaba), y me llamó la atención que tuviesen las fotos de la familia en el cuarto de baño.
Finalmente el lunes, despues de estar por primera vez en mi vida 24 horas sin hablar castellano, fui a la escuela, donde ya conocí una chica de Barcelona, otra de Madrid, un chulo (muy chulo) sevillano .... la alegría de escuchar una voz hablando castellano.
Pero también conocí a Giulia, una rubia torinesa que hablaba perfectamente español. Y a Alessandra, una napolitana que no sabía ni inglés ni francés, y encima se pasaba todo el camino desde casa hasta la escuela hablando en italiano con su vecino sueco. Yo le decía a Jonas: "es muy simpática", pero él me contestaba: "no lo dudo, pero es que no entiendo nada de lo que dice en italiano, y se pasa todo el camino dale que te pego". Jonas y yo fuimos a partir de entonces como Zipi y Zape (así nos llamaban). Compañeros para hablar frances, para descubrir la ciudad, para ir de juerga.

También se unió al grupo una eslovena, un austriaco, una búlgara, una belga flamenca, dos noruegas, un holandes (que se hizo novio de una de ellas), y 3 irlandeses/as. Una torre de babel para mi mentalidad provinciana. Seguro que hubo mas gente, de algunos consigo acordarme como de aquel grupo de madrileñas y catalanas que apodaron al sevillano como Pier No doy una, porque el pobre chico no daba ni una bien en francés.

Annecy impactaba por su belleza: una ciudad medieval recorrida por canales que desembocaban en un hermoso lago. Sus aguas, frías, purificaban el cuerpo. Y al otro lado de la villa, siempre visible, la silueta de los Alpes con sus cumbres nevadas.
Visitamos Ginebra, hizimos senderismo por los Alpes cerca de Albertville, tomamos un pub del casco antiguo como centro de reuniones, e incluso nos perdimos por su discoteca a la orilla del lago. Aún recuerdo esa imagen rodeado de suecos/as que parecía Benidorm. Lo curioso es que yo ahora formaba parte del grupo de guiris.

Pero terminó. A Sara la vi en Barcelona seis meses despues. Con la búlgara, coincidí (cosas del destino) dos años mas tarde en Poitiers, y por último Giulia, la italiana, vino a Valencia unos dias.
A Annecy volví hace dos años. Estaba en Ginebra, y no podía irme sin visitar aquella ciudad que para mí siempre será el rincón mas hermoso de Francia. Pero fue diferente .... No quedaba ninguno de aquellos amigos con los que había vivido esos dias tan felices. Incluso el tiempo de finales de septiembre impregnaba una tristeza adornada con las nubes al recuerdo del Agosto que viví. Volví de nuevo a nuestro pub, el River´s, que ahora daba una imagen sórdida (la clientela había cambiado), y paseé por sus calles envuelto en recuerdos y susurrando las palabras de Sabina "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver".

martes, agosto 08, 2006

Tossa de Mar

- Para L´Escala no quedan plazas - dijo el vendedor desde la ventanilla. Terminaba así mi deseo de ver las ruinas griegas de Ampurias .... Cadaqués ya había partido, y el próximo que salía era Tossa de Mar. Sin pensarlo, compramos los billetes, y nos embarcamos hacia ese pequeño pueblo de la Costa Brava al que había dado fama Ava Gardner en los años 50.
Hermosas calas donde el azul puro del mar rozaba con las rocas, anhelos del medievo de su casco antiguo sobre la montaña, protejido por murallas, y el placer de circular por sus calles .... un recuerdo en nuestra mente.

jueves, agosto 03, 2006

Barcelona hace diez años

Fue justamente hace 10 años. Iba en el autobús con destino a Ginebra, y paró durante dos horas en Barcelona, esperando al que llegaba de Madrid. Entramos por la Diagonal, bajamos por Numancia, y finalmente nos dejó en Sants. Una fría visión de la ciudad. No me hubiera imaginado que viviría allí tiempo después. Luego seguimos por Avenida de Roma, Gran Via, La Monumental, Glorias .... para continuar en una larga noche que terminó para mi en Annecy, próximo a la frontera suiza. Y hoy, paseé de nuevo por esa destartalada estación, fumando un cigarrillo, y viendo como el cabrón del tiempo pasa sin dar tregua.