domingo, abril 08, 2007

Cornetas saguntinas

Volvi a Sagunto. Hace 12 años fui por primera vez. Siempre había visto su castillo, dominando la ciudad, desde la carretera, pero nunca había parado. Aquella pascua de COU fui con David en su moto a Segorbe, y a la vuelta, nos metimos en Sagunto. Aparcamos en la plaza del ayuntamiento, y entre el sonido de tambores y cornetas, subimos por las callejuelas del casco antiguo hasta llegar a la puerta del Teatro romano (horriblemente rehabilitado), que estaba cerrado. Sin embargo siempre recordé aquel sonido, por aquellas callejuelas de sabor vetusto.
Volví con Laura y sus amigos franceses unos años despues, una mañana de verano. Esta vez si pude entrar al teatro, y subir al castillo.
De nuevo este viernes santo volví a Sagunto. No se si la otra vez fuí en jueves santo o en viernes santo. Nunca lo sabré. La memoria se borró.
Alfrombras rojas adornaban las calles saguntinas, mientras de sus balcones colgaban pañuelos púrpuras. El sonido de los tambores y cornetas, volvía a tomar la ciudad, como sonaron aquel dia en que los cartaginenses tomaron la ciudad, aliada de Roma, dando lugar a la Segunda Guerra Punica.
Desde el castillo, se divisa su fertil vega. A un lado el mar, el camino hacia Valencia y Barcelona. Al otro lado, el camino hacia Aragón.