lunes, marzo 17, 2008

Adios Alejandría

Finalmente terminó el último de los 4 libros. Ha sido más de un año viviendo junto a los personajes creados por Lawrence Durrell en una Alejandría mítica, alargando sus historias en mi mente libro tras libro. Primero llegó una Justíne mística, dominante, elegante, ausente ... Luego Balthazar cubrió la historia con su sexto sentido. Mountolive creó una línea que se cruzó con Justine, y finalmente Clea, avanzó en el tiempo.
No hay amor. Sólo pasión. Se vive el momento. Las ventanas quedan abiertas.

Rompí el silencio que me acompañaba desde Argentina. Si, lo se, las palabras han dejado de manar de mi mente. Algo pasó. No lo sé. Simplemente no tenía necesidad de escribir. Soy consciente que este blogg tiene un único lector asiduo: yo. Y quizas ya tenga miedo de mi recuerdo. No lo sé (bis). Pero he decidido quebrar este silencio de palabras, y ordenar al batallón de mis dedos volver a escribir, para simplemente, hacer este Réquiem por Alejandría; por este cuarteto que ha impregnado mi mente durante estos 16 meses de estampas de una ciudad soñada, que como flotando en el aire, ha sido tambien el reflejo de mis pensamientos, de mis anhelos, de mis huídas.
Hasta siempre Lawrence .... ¿Nos vemos en Avignon?

domingo, marzo 16, 2008

Clea

La semana pasada hice algunas visitas de despedida, pues creo que pasará algun tiempo antes de que vuelva a ver Alejandría. Se ha tornado rancia y estéril para mi. Y sin embargo, ¿cómo dejar de amar los lugares que nos han hecho sufrir?

Clea
Cuarteto de Alejandría (IV)