sábado, febrero 25, 2006

DaVinci

"Si la libertad te es querida, ojalá nunca descubras que mi rostro es la carcel del amor"
Leonardo DaVinci

lunes, febrero 20, 2006

De Delfos al Monseny

Ayer paseé entre las verdes montañas del Monseny. Escuché el susurro del agua al caer, observé el agua cristalina corriendo entre las laderas, mientras los destellos del sol creaban un firmamento de estrellas sobre las pequeñas lagunas que se formaban. Sentí la naturaleza y mis oídos captaron ese sonido del silencio tan dificil de escuchar en la ciudad.
Hace un año, esa misma sensación, ocurrió en Delfos. Allí, en ese santuario a la naturaleza que el dios Apolo eligió para hacer oir su voz, entre las columnas de piedra que manaban de la montaña, entre las piedras testigos de un pasado florecente, envuelto entre las nieblas de la montaña, intenté ver brotar la voz del dios entre el silencio.
La humedad se fundía con mi piel, y el aire puro regeneraba mi ser ....
Pensé como siglos atrás, la gente llegaba a este mágico lugar para oir el destino que predecía la sibila. Sentí como caminaron las almas buscando la respuesta divina ....
Y ayer, de nuevo surgió ese misticismo que sólo el aislamiento de la naturaleza produce. Y permanecí pensativo bajo aquella noche cubierta por un manto celeste donde el hombre ha bordado en hilo de plata los recuerdos de historias que no deben de ser olvidadas: Casiopea, Andrómeda, Géminis, el Cisne, Berenice ...
Recordé que por estos valles vagaron brujas consumidas en la agonía humana, a las cuales fueron a pedir ayuda doncellas y caballeros medievales, que mas tarde volverían para darles muerte. Y ellas deambularon bajo la protección de las ramas de los árboles, y guiadas por la luz de la luna llena.
Mientras, al otro lado del Mediterráneo, en la lejana Delfos, la llama del oráculo quizás aun brillaba en ardientes ascuas rojas.

sábado, febrero 18, 2006

Atenas - Αθήνα

- Mira, mira, date prisa. - Dijo Encarna con una sonrisa perenne sobre su boca. Acudí rápidamente, y pude ver detras de su silueta, enmarcada en la ventana del hotel, la vista de la Acrópolis.
Aquella noche, hace un año, contemplé, tumbado desde mi cama, la imágen iluminada de la Acrópolis. Y mis ojos fueron cediendo lentamente, mientras la visión del perfil dorado del Erecteion, difuminado sobre el cielo ateniense, fluía hacia mi iris difuminándose lentamente.


Había deseado ese momento tanto tiempo. Quizás desde la mas lejana infancia, había anhelado el encuentro con aquella ciudad que fue la mas hermosa de su época. Poder sentir el olor del mármol penetrando en mi cuerpo, el radiante blanco destellando en mi vista ... y caminar por el mismo sitio donde dejaron su rastro Aristóteles, Fidias, Platón, Alejandro, Alcibiades, Marco Antonio, Teseo, Adriano, Cleopatra ....
Aspiraba su recuerdo, y sentía la caricia de sus palabras que aún flotaban en el viento. Sólo era cuestión de detenerse a escucharlas, evadiendo el sonido perpétuo del tráfico ateniense.

Plaka ya me había seducido, absorviéndome entre sus angostas callejuelas con sabor oriental, y embriagándome con la retsina de su color. Y aquella noche, recordando el rígido soldado de la Plaza Sintagma, inmune ante el frío y al mundo que fluía al alrededor, penetré en los sueños de los dioses.

domingo, febrero 12, 2006

Ulises (Odiseo)

Busco mi camino a Ítaca. Entre las tempestades del mar, evadiendo las venganzas de Polifemo, sorteando los engaños de miles de brujas Circe, huyendo de los placeres momentáneos de la bella Calipso … navego hacia esa isla que huye de mi. Temo dejarme seducir por el canto de las sirenas, y desviarme de mi camino. Temo que el torbellino del océano me arrastre hasta su gargante y me impida continuar. Temo que el Bóreas me lleve en su viento hacia el lado equivocado.
Pero sé que alguna vez, llegaré a esa Itaca que los dioses nos tienen reservado. Sé que las olas del mar me portarán suavemente sobre la fina arena de la playa, mientras el canto de la espuma cubre mi cuerpo de inmaculado blanco. Y allí, bajo el intenso brillo del sol del medio día, entre el eterno azul del mar, y la extensa arena de la costa, su sombra tapará el azote solar. Y al alzar mi rostro, observaré la pureza de sus ojos, sobre la dulce sonrisa de su boca.

lunes, febrero 06, 2006

Epifanía +31

Aquel dia de reyes fue diferente. No fue necesario que fuera corriendo a abrir los regalos debajo del árbol como en la infancia. Al abrir los ojos observé los suyos, de un atrayente color verde-grisáceo, mirándome, mientras sus rubios cabellos, indomables, caían sobre su frente. Mis labios se posaron suavemente sobre los suyos, mientras acariciaba su rostro, sintiendo mi piel su gélido cuerpo.
Pero desde entonces, nunca mas se supo. Quizás volviera a Oriente de nuevo.

domingo, febrero 05, 2006

Penélope

La brisa marina ondeaba sus negros cabellos. Ella observaba el mar con anhelo, mientras las olas chocaban bruscamente contra el acantilado, transformándose en blanca espuma. Sus pupilas se perdían entre la inmensidad del mar azul, hasta allí donde los domínios de Poseidón se fusionan con el color el cielo, mientras sus pensamientos viajaban mas allá, hacia un lugar desconocido entre Ítaca y la lejana Troya.
Esperaba la llegada de Odiseo. No sabía si sería mañana, o quizás faltarían varios años más, o incluso temía que cuando él arribase las arrugas florecieran en su piel ... Pero en lo más profundo de su ser, ella sabía que el momento del encuentro llegaría. Y mientras tanto, rechazaba vanales pretendientes, sentada frente al mar de Ítaca, sintiendo en los poros de su piel la caricia de la brisa del salado mar, el perfume de Afrodita.

Como Penélope sé que algún dia llegará, y que mi corazón encontrará esa mitad que navega entre los mares. Espero frente al eterno mar, aunque a veces siento el impulso de partir y navegar en su busca, alzar las velas del barco y rogar a Eros que sople sobre ellas el viento del deseo, y surcar el océano de las indecisiones. Pero cuando me hago a la mar, las tormentas me devuelven a puerto. Así que espero frente a él, mientras me deleito escuchando el rugido de las olas.

miércoles, febrero 01, 2006

Sabina Forever I

¡Ya está! Carlos nos envía un correo electrónico indicándonos que se ha realizado el cargo en su tarjeta de 200 euros, tiene un recibo, y por lo tanto .... ¡Tenemos 6 entradas para ver a Sabina en Junio!
Todavía queda una larga espera para deleitarnos de su voz (Esperemos que todavía mantenga ese tono que sólo él ha sabido alcanzar), y saber como huir cuando no quedan islas para Naufragar, pasar la noche a la sombra de un león, mientras tu reinabas detras, de la barra del único bar que vimos abierto. Seguro que no tardaremos en olvidarlo 19 dias, ni 500 noches.
Continuamos en Junio ....