sábado, enero 27, 2007

Un año de blogg

Bueno, ¡ya hace un año que empecé a escribir este blogg! ¡Como pasa el tiempo!
Y cuantas cosas pasan...
Esta semana ha sido extresante. Cambio de curro, cambio de compañeros de piso, exámenes ... Todavía no estoy descansando.
Ahora me encuentro en la misma casa de siempre, pero, curiosamente, con gente nueva. Es como si me hubiera cambiado de piso, pero sin moverme. Y bueno, cuesta acostumbrarte a gente nueva. Todos tenemos nuestros defectos, pero hasta que los sabes llevar. Uffff
Así que ahora el piso parece la ONU: un francés, un italiano y una australiana. Por lo menos practico idiomas, sobre todo el inglés, porque la pobre chica de español no sabe mucho que digamos.
Pero bueno, una nueva etapa. Eso si, este año no tendré 30 dias de vacaciones, y ya veremos que coño hago, porque tengo una boda en Polonia y en Septiembre quiero ir a mi amado Egipto. Pero con 15 dias tampoco se pueden hacer maravillas. Bueno, a pensar.
Y los exámenes, acabo el lunes, pero no he estudiado nada (como siempre). Me hago una auto-clausura. Me recluyo en casa, como un monje, y me paso la tarde perdiendo el tiempo. Por lo menos ya tengo los apuntes fotocopiados de Elena, algo es algo. ¡Pero tengo unas ganas de salir!
Si es que a mi edad, quien me manda meterme en estos berenjenales. C'est la vie!

domingo, enero 14, 2007

Ciao Ciao

Ya no queda nada suyo. Esta noche ya no durmió en el piso, y fue la última vez que yo dormí en mi antigua habitación. Ahora su habitación es la mía, y todavía sigo cambiando ropa y trastos entre ambas habitaciones.
Los posters que decoraban mi habitación, ahora se encuentran donde estaban sus fotos. Y una montaña de trastos se amontona por el piso esperando que le proporcione sitio. ¡Es tan complicado hacer sitio de nuevo! Al principio parece que no habrá ningún problema, pero conforme van llegando camisas, zapatos, papeles, libros .... el problema va creciendo.
Han sido casi 4 años compartiendo piso. Y ahora, me encuentro que vivo con desconocidos. Han sido muchos años de compartir experiencias, charlas, cenas, películas, salidas por Barcelona ..., pero todo tiene su fin y ha llegado. Parece que me haya quedado en casa y la família haya sido sustituída por un grupo de extraños.
Ha pasado tanta gente por este piso: italianos, franceses, valencianos, castellanas, peruanos, argentinos ... y me da la impresión que me he estancado.
Ahora tengo la mejor habitación, tambien hay que decirlo: amplia, una vista preciosa y mucha luz. Pero ya no está ese chaval que se había convertido casi en mi hermano.
He visto salir y entrar mucha gente en los pisos por los que he pasado. Y siempre que se va alguien, o te vas, parece que se cierra un capítulo de tu vida.

domingo, enero 07, 2007

Epifanía

... y los magos subieron de nuevo sobre el lomo de sus camellos, y volvieron hacia Oriente. Dejaron regalos, ilusiones, experanzas ... pero también pasaron por delante de algunas casas.
A veces pedimos cosas que no son materiales, que son las más complicadas de tener. Es facil tener un coche, un perfume de channel, una camisa de Dolce & Gabbana ... pero los deseos del corazón son los más difíciles de satisfacer.

lunes, enero 01, 2007

Nuevo Año

Esta mañana ví los saltos de Esquí. Llegué tarde al concierto desde Viena, y la verdad, me ha dolido. Pero bueno, tampoco iba a ponerme el despertador para ver y escuchar el concierto. Tenía sueño
Ayer cenamos en casa de Itziar. Entre que preparábamos las cosas, abríamos el vino, y comíamos mientras hablábamos, casi se nos pasan las campanadas en la mesa sin darnos cuenta. Así que sin postre, nos pusimos delante del televisor para ver al Ramón García y a la Igartiguru (o como se escriba) en directo desde la Puerta del Sol.
Las copas de champagne preparadas, los paquetes de tabaco en la mesa junto a los móviles, y entre los dedos el primer grano de uva. Comienzan los cuartos y ... ala, a comer uva como posesos.
Cuando acaban las campanadas, con dos o tres granos masticados dentro de la boca, hay que brindar con cava rápidamente, empezar a dar besos a diestra y siniestra, y felicitar el año.
Entonces el goteo de sms que había empezado ya por la tarde se convierte en una avalancha y empiezan a sonar las primeras llamadas.
Nos encendemos el primer piti del año (no, este año tampoco dejaremos de fumar, que total, como el año pasado no lo dejamos), y hacemos equilibrio con el móvil en la derecha y el cigarrillo en la izquierda.
Terminan las llamadas. Sustituímos el móvil por el cubata. Y para picar, los chupitos.
Escribimos en los globos los deseos a cumplir y los deseos a extinguir, y este segundo globo explota al quemarlo con un cigarro. Luego acabarán el resto de globos con caras dibujadas.
Y así, escuchando el programa de la 1, haciendo zapping con antena 3 y con la colección de CDs, se van terminando los cubatas.
Con las luces apagadas, y todo un clásico de Mecano: "y en la puerta del sol, como el año que fue, otra vez el champagne, y las uvas y el alquitrán ..." dejamos el piso con rumbo al Cangrejo Eixample.
Si, ¿el nuevo Cangrejo se inaguraba esa noche! Despues de sufrir su ausencia desde julio, su hijo pequeño renace con la misma música.