domingo, febrero 05, 2006

Penélope

La brisa marina ondeaba sus negros cabellos. Ella observaba el mar con anhelo, mientras las olas chocaban bruscamente contra el acantilado, transformándose en blanca espuma. Sus pupilas se perdían entre la inmensidad del mar azul, hasta allí donde los domínios de Poseidón se fusionan con el color el cielo, mientras sus pensamientos viajaban mas allá, hacia un lugar desconocido entre Ítaca y la lejana Troya.
Esperaba la llegada de Odiseo. No sabía si sería mañana, o quizás faltarían varios años más, o incluso temía que cuando él arribase las arrugas florecieran en su piel ... Pero en lo más profundo de su ser, ella sabía que el momento del encuentro llegaría. Y mientras tanto, rechazaba vanales pretendientes, sentada frente al mar de Ítaca, sintiendo en los poros de su piel la caricia de la brisa del salado mar, el perfume de Afrodita.

Como Penélope sé que algún dia llegará, y que mi corazón encontrará esa mitad que navega entre los mares. Espero frente al eterno mar, aunque a veces siento el impulso de partir y navegar en su busca, alzar las velas del barco y rogar a Eros que sople sobre ellas el viento del deseo, y surcar el océano de las indecisiones. Pero cuando me hago a la mar, las tormentas me devuelven a puerto. Así que espero frente a él, mientras me deleito escuchando el rugido de las olas.

1 comentario:

cafoscarina dijo...

Bueno, bueno, bueno... Estás sacándote de dentro... Esto me gusta mucho más. Muchos besoos Rey y recuerda todo llega sólo cuando estamos preparados para recibirlo :)
Muaa
Tu Cleo