martes, marzo 28, 2006

Venezia vs Firenze

Empecé a escribir este blog hace algo más de tres meses, símplemente para evitar que se perdiera un e-mail divertido de una noche loca de jueves.
Siempre me ha gustado escribir, y bueno, he escrito en papeles que han acabado ardiendo en la hoguera, rotos en pedazos que se llevó el viento, o símplemente, y menos poético, en la basura.
Ya había leído los blogs de Beatrice, y me gustaba poder disfrutar de la lectura de sus líneas simplemente cargando su página web. Así que ni corto ni perezoso, todavía bajo los efectos de la resaca, me puse a escribir este blogg, sin saber todavía muy bien que era. De momento sería como una libreta vieja donde escribiría lo que se me ocurriera: prosa poética, deseos, un amago de Diario ....
Bueno, pues primera pregunta: Nombre del blogg. Veneciabierta ya estaba ocupada, y como yo Venecia lo mas cerca que la he visto fue cuando se inundó mi cuarto con el agua de la lavadora, pues elegí Florencia. Siempre guardaré con cariño aquellos atardeceres en la ciudad de los Médicis, mientras la luz de amarilla de las farolas jugaba entre la noche fiorentina.
Cleopatra me dijo que porque no elegí una Atenas abierta, o una Alejandría, o una Tesalónica ..., pero no, tuvo que ser Florencia. Y como un verde prado italiano, extendí su manto desde Venecia a Florencia, y el acqua alta que inunda sus deseos, la transformé en ese Agua de Venus que deseamos refresque nuestro rostro como el rocío del alba.
Y volver a sentir el agua de la diosa en nuestra piel, como aquel primer dia que vimos el baño de luz al salir desde el vientre materno.

martes, marzo 21, 2006

Arde Valencia

De nuevo volvi a Valencia en Fallas. Pero esta vez no iba en un tren de cercanías, sino que por primera vez en mi vida, me adentraba directamente en la semana fallera descendiendo de un tren de largo recorrido. Y así, desde el andén número 2, me adentré ese flujo de ir y venir de gente, simple preludio de la masa humana que fluía por las calles valencianas.

Valencia en fallas tiene un sabor exquisito. La vista se deleita con sus monumentos de carton piedra, mientras la música de pasodoble, con el transfondo de los petardos, inyecta savia nueva en las venas. Cierro los ojos, y recuerdo el aroma concentrado de las flores que emana del manto de la virgen, flotando entre la angosta callejuela que separa la catedral del Micalet.
La primera vez que fui con mis amigos a Valencia, con apenas 14 años, fue como realizar un viaje a Nueva York: Ruido interminable, caras desconocidas que copaban las calles, fiesta interminable en la noche valenciana. Recuerdo los conciertos en la Alameda. Creo que eran la perla de las fiestas que fue arrancada a la corona fallera, porque simplemente, molestaba a quien no quería ser molestado.
El alcohol de los cubalitros subía rápidamente en la sangre de un quinceañero, que había comenzado el ritual en la plaza de Cánovas, para, pasada la Nit del Foc, continuar bebiendo y bailando en los conciertos de la Alameda, con el reflejo del Palau de la Música al fondo.
Ahora ya no me pierdo en Valencia. Al contrario, camino entre sus calles repletas de gentío como si fuera por el pequeño pueblo que me vió crecer. No volví a Cánovas ni a Xúquer, no me quedé enclavado entre la gente sobre el puente de Aragón, no acabé la noche bailando en Woody .... Al contrario preferí pasear entre las estrechas callejuelas del Carmen, y dejarme sorprender por el paso interminable de falleras rumbo a la ofrenda, o procedentes de ella.
Cambié la vista perfecta del castillo desde el Palau por la visión nublada por los árboles bajo las torres de Serranos. Los conciertos de la Alameda, que luego fueron sustituídos por la verbena de la Mezquita, ahora se convirtieron en una verbena próxima al Mercado Central. Y los bares de la calle Caballeros, pusieron fin a la noche.
El tiempo hace cambiar las costumbres, aunque algunas no varían. Y en la Noche de San José, ya de vuelta a mi casa, pero todavía conservando la resaca del dia anterior, contemplé por la televisión el espectaculo de ver arder la falla del Ayuntamiento.
Dicen que el fuego purifica, y borra todo aquello que deseamos olvidar. Amén.

jueves, marzo 16, 2006

Los Idus de Marzo

¡Cuidaté de los Idus de Marzo! - Le dijeron a César -
Y ese 15 de Marzo, fue asesinado a las puertas del Senado Romano.
Yo empecé este día 15 con mala pata. Corriendo como siempre, llegué al metro. Bajé las escaleras mientras veía el tren en el andén. Intenté entrar, y la gente, como en latas de sardinas apretujadas, me hacian caras que indicaban - ¡Aquí ya no cabes, no nos ves!
Pero yo, cabezota como soy, pude entrar. Me hice un huequecillo e intenté desplazarme hacia la zona de los asientos. Cual fue mi sorpresa cuando vi que, aparte de las 8 personas que estaban sentadas, sólo había una persona de pie. O sea, que en el mismo espacio, habían como 30 personas junto a la puerta, y otro chico y yo, en la zona de los asientos.
Lo siento, no podía mas, y a esas caras de borrego que antes me habian gesticulado (el lenguaje oral a estas horas de la mañana es muy duro para el rebaño) que no cabía, les dije: - Yo flipo, todos apretados y sitio libre aquí -
Bueno, llegue al trabajo, y por arte de magia, conseguí fichar a tiempo. Maldita tarjeta, menudo inventor quien la creó. Habría que quemarlo en la hoguera por brujería. Quizas el se ganase su jubilación en Montecarlo, pero nos ha fastidiado a bastantes. Lo dicho, Miguel Servet murió en Ginebra por menos.

Hoy un dia aburrido, como siempre. Es el maravilloso sistema empresarial de la era de las telecomunicaciones. Ufff, menudo progreso, 8 horas encerrado en una oficina. Los neardentales se escandalizarían de nuestro poco desarrollo mental. Pero bueno, aquí estoy, pegado a la pantalla de mi maravilloso ordenador. Respondiendo e-mails en inglés, enfadándome con el chino, cogiendo el teléfono, con el excel (el excel que no falte) y el programa de la empresa que no pido que le pongan decoración picassiana, pero joder, que es mas simple que un arado.

La tarde ha sido mas divertida. Llega mi jefe, y ala, en mi pantalla, una página web sobre la antigua Grecia, mas exáctamente la ciudad de Tebas. Es curioso, creo que es lo más interesante que he hecho en el dia de hoy, aunque no creo que le haya gustado mucho al señor.

Pues nada, terminé mis ocho horas. En mi trabajo a la gente les gusta hacer mas horas. No lo entiendo muy bien, pero supongo que como algunos pierden bastante el tiempo, pues no son muy eficaces para hacer su trabajo en el tiempo estipulado. Como ya no pueden fumar, pues han dejado de perder el tiempo haciendo señales de humo, pero de todos modos, su vida en extra-laboral no ha de ser muy interesante, cuando prefieren pasarse la tarde encerrados en la ofi.

Por suerte, el dia ha culminado con una buena cena entre amigos. La verdad es que cada vez pienso mas que deberíamos crear un restaurante. Seguro que si ponemos unos precios razonables triunfamos, pq tal como han subido los precios a partir del euro, comer por 1.000 ptas. (o sea, 6€ que dios nos dió), se ha convertido en misión imposible. Pero bueno, otro don del progreso. Las hipotecas, querido lector, las dejo para otro dia, que sino acabaremos mal. Lo dicho, una conversación envidiable, una comida exquisita, y todo amenizado con sus vinos. Tampoco ha ido tan mal este Idus de Marzo ....