Al llegar a casa encontré una postal de Nueva Orleans. Me había temido que llegaría, pese a que dejó mi último mensaje sin respuesta. Fue un regalo de reyes, y un regalo de cumpleaños, pero extrañamente volvió a desaparecer bajo la tierra. Y se acordó de mi en aquella ciudad que resucita del Katrina. Al ver su barrio francés, la brisa de La Nouvelle Orléans llevó mi nombre a su mente. Una postal, un sello, mi dirección escrita en la servilleta de un bar .... cocktail de recuerdos y de anhelos que salieron de Louisiana el dia de San Fermín.
No sé porque pero no me extrañó recibir la postal. Forma parte de su halo misterioso.
jueves, julio 13, 2006
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