lunes, enero 26, 2009

La caja de Pandora

Pandora era una hermosa mujer creada por los dioses. Se le ofreció una ánfora, o caja, que no debía abrir, pero la curiosidad era superior a ella, y como Eva no pudo resistirse a comer la manzana prohibida, Pandora tuvo que abrirla. Así escaparon todos los males que pueblan la humanidad: la enfermedad, el cansancio, la locura, la tristeza, la pasión ..., pero pudo cerrarla a tiempo de que saliera la esperanza.

Sin embargo esta esperanza a veces puede ser peor que todos los males juntos: la esperanza de volver a ver sus ojos, de poder besar sus labios, de sentir su piel rozando mi cuerpo, y escuchar sus palabras batiéndose en un juego de esgrima con las mias. Lo dicho, hay que ser más realista, y dejar de luchar por poder lanzar madera sobre un fuego al que se te impide alcanzar.

Como decía Marcel Proust en "El camino de Swann", todos pensamos en ese beso; el beso de la madre que da al niño antes de ir a dormir, y que el niño ya imagina cuando escucha que ella sube por las escaleras, y que luego sólo dura un instante, pero el niño intenta conservar en el alcohol de su memoria; y el beso en los labios, que imaginas cuando subes los peldaños que llevan a su piso, cuando tomas café mientras conversas...; y aunque sea más largo y acompañado por caricias, también perece en el tiempo, y luego conservas toda la noche en tu mente hasta que alcanzas el reino de Morfeo.

Desearía estar en el café Élite de Alejandría, escuchando el Parole Parole Parole de Mina y Alberto Lupo, o su versión francesa de Paroles Paroles de Dalida y Alain Delon; mientras mi cigarrillo se consume lentamente en el cenicero, y observo aquel grabado de Toulouse Lautrec, mientras más allá de las ventanas los alejandrinos caminan en sus vidas, pensaría en aquel beso, que quizás debiera dejar escapar de la caja de Pandora para siempre.

Caramelle non ne voglio più
................
Le rose e violini, questa sera raccontali a un’altra,
violini e rose li posso sentire, quando la cosa mi va se mi va,
quando è il momento, e dopo si vedrà
................
Parole, parole, parole, parole parole soltanto parole, parole tra noi

1 comentario:

Black Queen dijo...

Siempre me ha gustado más la otra versión de la caja de Pandora. No sólo porque no deja a la pobre mujer en tan mal lugar, sino porque le da ese plus de humanidad que le falta, en la más famosa, la que tú has contado; tiene la humanidad que confiere el errar y rectificar el daño, si no todo, al menos en la medida de lo posible, de mejorarse a sí misma y de actuar con cariño sobre la humanidad de la que ella es madre. Y como madre protectora cierra la caja y atrapa la esperanza para preservárnosla y dejarla en herencia a aquellos de sus hijos que sepan como utilizarla.
Te refresco la memoria por si no recuerdas la versión. En ella, la caja contiene los bienes de la humanidad, que Pandora debe preservar. Sin embargo, muerta de curiosidad abre la caja para verlos y todos se escapan, excepto la esperanza, pues Pandora logra cerrar la caja a tiempo para conservarnos ese regalo de los dioses.
Ahora la esperanza está al alcance de todos nosotros pues no logró escapar de la caja, pero el resto de bienes tenemos que esforzarnos en encontrarlos, pues andan perdidos, y lo peor de todo es que los desconocemos, así que debemos estar despiertos, no vayamos a toparnos con uno y lo dejemos marchar por culpa de nuestro desconocimiento.
Obviamente el bien que más veces topamos y dejamos escapar como si no lo fuera es el amor. Pero... ¿cuántos más habrá?