sábado, septiembre 16, 2006

Cadaqués

Bordeámos el lago de Banyoles. Visitamos la iglesia de Porqueres. Nos perdimos por las calles medievales de Santa Pau. Subimos al volcán de Santa Margarida, descubrimos el verde cráter coronado por una ermita, y volvimos a bajar. Disfrutamos de las fiestas de Olot. De nuevo vuelta al medievo en Betsalú. Buscámos donde poder cenar en Peralada ...., y al dia siguiente, por fin apareció ante nosotros Cadaqués.

Cadaqués llega a la vista tras una carretera tortuosa desde Roses. Curvas y más curvas, hasta que finalmente se divisa un pueblo blanco frente al azul del mar. Su iglesia, sus calles, su bahía ... crean una postal en movimiento.
Recorrimos sus calles empinadas hasta llegar a la iglesia, donde una francesa achinada intentó unirse al grupo. Luego visitamos Portlligat, y volvimos de nuevo al pueblo para comer frente a la bahía en el Casino.
Y finalmente, tumbado en la playa de Cadaqués, bajo el sol de melancólico de Septiembre, alcancé el sueño acunado por el sonido de las olas del mar.

La última parada fue en Castelló d'Empúries y sus fiestas medievales. Juglares, bailarinas, Gigantes, tambores ... desfilaban pos sus calles ancestrales en esa fiesta que emulaba el pasado.

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