sábado, diciembre 16, 2006

Egipto I: Cairo Airport

Roser hacia 10 minutos que ya había salido de la oficina. Cerré rápidamente todos los asuntos pendientes, cogí las maletas y marché rubo a la estación de Sants, donde había quedado con ella en el andén del tren que lleva al aeropuerto del Prat. Facturamos las maletas, y tras hacer una visita en las Duty shops y comprar unas chocolatinas para el viaje, nos adentramos en el avión que llegaba con retraso de Madrid, rumbo al Cairo.

Llegamos a la capital egipcia sobre las 12 y pico de la noche, y tras cambiar 150 euros por libras egipcias y comprar los timbres para el visado, observamos el primer signo de corrupción egipcia al recoger las maletas, ya que aunque había un cartel que indicaba claramente No Fumar, un chaval de Barcelona llevaba su cigarrillo encendido a cambio de otro cigarrillo para el policía.
El primer "pesado" que se nos acercaba nos pedía 70 libras para llevarnos al Hotel. Finalmente conseguimos un taxi por 50 libras. De pronto nos vimos en un parking de tierra debajo del aeropuerto, con nuestras maletas en una furgoneta donde no figuraba por ningún lado el letrero "Taxi", y 4 egipcios junto a nosotros, uno de los cuales, para nuestro asombro, nos ofreció hachis, que rápidamente rechazamos. Debíamos esperar a que se llenase la furgoneta para partir. Roser preguntó al policía del parking si ese taxi era de fiar. Por fin llegaron 3 catalanas más, que iban al Novotel. Roser les preguntó cuanto les había costado, y ante su asombro, dijeron que ya habían pagado al hotel el servicio de recogida. Tras una breve disputa, las tres chicas cogieron las maletas y se fueron. Nosotros queríamos partir ya, pero el taxista nos explicaba en inglés que debía llenar el taxi, o sino debíamos pagarle 70 libras. Nosotros nos negamos a pagar más, y cuando dijimos que nos llevábamos las maletas y buscábamos otro taxi, finalmente nos fuimos en un taxi de 4 plazas de un amigo suyo.
Ya en el taxi, mientras un egipcio conducía, el de su derecha, que hablaba mejor inglés, intentaba quedar con nosotros para el dia siguiente para llevarnos a las pirámides. El hecho de que pensaba en el dia siguiente nos tranquilizó, ya que si hacía planes de futuro se suponía que nos dejaría en nuestro hotel aquella noche. Finalmente nos dio su tarjeta, y descendió a la entrada de la ciudad. Continuamos con el otro egipcio, observando la visión nocturna de la urbe, entre edificios monstruosos y minaretes de mezquitas. Cruzamos el Nilo, y continuamos por el Tahir Street hasta el barrio de Dokki, donde se encontraba el hotel Concorde. Tras pagar nuestra primera propina "Baskis, en árabe", por fin pudimos ver a Úrsula y Elena. Al dia siguiente nos levantaríamos temprano para ir a Saqqara, con un taxi que ellas habían contratado todo el dia.

No hay comentarios: